11 de enero de 2011

Arrayán


Maive desesperaba pues la comida escaseaba. El arrayán le soplo
al oído "consigue semilla". "¡Estás loca!" exclamó su abuela
"no desperdiciaré mis semillas en invierno".  Pidiendo, pidiendo
Maive reunió algunas, y convocó al ciervo para que arrancara
los troncos viejos. Con sus cuernos lo hizo. Y al zorrino para
que secara la maleza. Con su orina, no más lo hizo. Y al tigre que
abrió surcos en la tierra. Con sus garras, pues lo hizo. 
Los pájaros dejaron caer las semillas y antes de la puesta del sol
Maive cosechó maíz, cebada y trigo...


Acuarela y pastel seco
Calendario 2011 Sol y Luna Libros

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